TÉCNICAS
DE FRAMENTACIÓN DEL ESPACIO ESCÉNICO III:
TÉCNICAS
DE PLANIFICACIÓN DE LA ESCENA
Es cierto que en el cine existen pocas reglas, pero es fundamental
considerar estas tres que aparecen a continuación:
1.
Regla de continuidad de planos
Es
esta una regla sumamente sencilla que, sin embargo, se
salta
a la torera
con demasiada frecuencia con nefastos resultados. Se resumiría así:
a un plano general largo (un paisaje) no le puede seguir un
primerísimo plano (por poner un ejemplo) de un rostro. Deben
intercalarse planos de escala intermedia entre ambos, porque si no el
salto es demasiado grande: ¿dónde estaba ese personaje en el
paisaje anterior? ¿Hemos
cambiado de lugar?... Estas y otras preguntas pueden aparecer en la
mente del espectador.
No
respetar esta regla crea confusión y descoloca al espectador. En
definitiva, el ojo humano no puede dar esos saltos. Esto
no quiere decir que nunca se pueda combinar estos dos tipos de planos
(a un plano de unos ojos le puede seguir un plano general de una
ciudad, sugiriendo que eso es lo que los ojos están viendo), pero
nunca de forma aleatoria, sino con una finalidad narrativa concreta y
siempre teniendo en cuenta la inteligibilidad del producto
resultante.
2.-
La regla de los 90º
Si
en el montaje colocamos de forma consecutiva dos planos de la misma
escala o
valor
(dos planos medios de un mismo personaje, por ejemplo) estos deberán
tener una diferencia en el eje de tiro de la cámara de al menos 90º.
De lo contrario, al ser planos tan parecidos parecerá que la
cámara se ha movido,
ha habido un corte o, al menos, un efecto extraño y desagradable
para el espectador.
3.-
La regla del salto de eje
Dos
planos consecutivos deberán ser siempre tomados desde el mismo lado
del eje de la acción. Por ejemplo, en una conversación y durante un
plano-contraplano (primero se ve a uno de los personajes de frente y
al otro de espaldas y, luego, al contrario) la cámara deberá estar
siempre en el mismo lado de forma que el personaje A esté siempre a
la derecha y el B a la izquierda y viceversa. No respetar esta regla
supone sumir al espectador en el más completo caos respecto a las
coordenadas espaciales pudiendo llegar a creer que hay una tercera
persona, que un personaje mira al lado contrario al hablar, etc.
Dado
que es la regla más compleja, os dejo un link con un ensayo que
desarrolla bastante bien esta norma: